En el campo del interiorismo, la arquitectura y la decoración existe una tendencia creciente hacia diseños que trascienden lo estético y funcional para centrarse en cómo los espacios pueden influir en nuestro bienestar integral. Precisamente, el libro Espacio, cuerpo y mente de Ana Mombiedro aborda esta fascinante relación desde la psicología ambiental y la neuroarquitectura, disciplinas que cada vez tienen más relevancia en la sociedad post-pandémica.
Psicología ambiental y estudios pioneros

Una de las grandes aportaciones del libro es su capacidad para unir teorías científicas y casos prácticos, ilustrando cómo el entorno afecta directamente nuestra conducta y bienestar. Mombiedro comienza explicando el nacimiento de la psicología ambiental alrededor de 1970, subrayando investigaciones icónicas como la de Alexander G. Schauss sobre el «rosa palo» o Baker-Miller Pink (#FF91AF), que ha demostrado efectos calmantes en personas agresivas o agitadas. Otro estudio pionero mencionado en la obra es el de Roger Ulrich, quien evidenció cómo pacientes hospitalizados se recuperaban más rápidamente si desde sus habitaciones podían observar paisajes naturales. Estos ejemplos, según la autora, son pilares fundamentales del diseño basado en evidencia.
«Ulrich publicó un innovador estudio donde exploró cómo las vistas naturales desde las ventanas pueden influir en la recuperación de pacientes postquirúrgicos, mostrando diferencias significativas atribuibles a estas vistas» (Mombiedro, 2024).
El impacto del contexto pandémico
El contexto pandémico sirvió para resaltar la importancia crítica del espacio físico, especialmente en cuanto a ventilación y calidad ambiental interior. Como indica Mombiedro, la pandemia nos recordó algo que la ciencia lleva años planteando: modificar el entorno puede cambiar la conducta humana, y por ende, mejorar nuestra calidad de vida. Este planteamiento alinea a la arquitectura con la salutogénesis, es decir, con la creación de espacios que promuevan activamente la salud.
«La neuroarquitectura estudia los requerimientos espaciales específicos de las personas según sus necesidades fisiológicas, cognitivas y socioemocionales y ofrece soluciones concretas para el diseño de espacios» (Mombiedro, 2024).
Neuroarquitectura: diseñando con ciencia
El libro dedica un apartado amplio y enriquecedor a la neuroarquitectura, definida por Mombiedro como una disciplina centrada en los requerimientos espaciales específicos de las personas según sus necesidades fisiológicas, cognitivas y socioemocionales. Para ella, esta disciplina no compite con la arquitectura tradicional sino que la complementa a través de la aplicación rigurosa del conocimiento científico. Una de las propuestas más inspiradoras del texto es la creación de «laboratorios vivos«, lugares de experimentación directa en los estudios arquitectónicos.
Entornos enriquecidos y bienestar neuronal
Además, la autora explora el concepto de «entornos enriquecidos«, enfatizando estudios que sugieren cómo la estimulación espacial podría favorecer la neurogénesis o al menos contribuir a mantener una higiene neuronal adecuada. Aunque reconoce que aún no hay evidencia concluyente sobre la influencia directa del entorno en procesos neuronales, sí resalta que espacios bien diseñados pueden apoyar significativamente funciones cognitivas y emocionales.
Bienestar integral: fisiológico, cognitivo y socioemocional
Mombiedro también desarrolla ampliamente la noción de bienestar integral, estructurado en tres grandes áreas: bienestar fisiológico, cognitivo y socioemocional. Aporta evidencias convincentes sobre cómo elementos como la calidad del aire, iluminación natural, acústica, ergonomía y diseño biofílico afectan profundamente la salud física, mental y emocional de las personas. Particularmente interesantes son las referencias a investigaciones que demuestran cómo el contacto visual con la naturaleza mejora el rendimiento cognitivo y emocional.
«El bienestar integral es la unión del bienestar fisiológico, cognitivo y socioemocional, y su promoción pasa por crear entornos que optimicen la calidad del aire, la iluminación natural, la ergonomía y la accesibilidad» (Mombiedro, 2024).
Métricas objetivas y subjetivas del bienestar
La parte más innovadora quizás sea el énfasis que pone en las métricas del bienestar. Mombiedro plantea la importancia no solo de criterios objetivos (calidad del aire, iluminación, temperatura), sino también de métricas subjetivas que consideran la percepción individual del espacio, destacando cómo ambas pueden integrarse para lograr diseños verdaderamente centrados en la persona.
Hacia un futuro de espacios enriquecidos
Finalmente, el libro invita a profesionales del diseño y arquitectura a ser protagonistas activos del futuro, un futuro en el que el diseño no solo crea espacios agradables, sino entornos enriquecidos que promueven activamente el bienestar integral de quienes los habitan.
En definitiva, Espacio, cuerpo y mente es una lectura esencial para quienes quieran profundizar en la creación de espacios saludables, confortables y conscientes, donde la ciencia y el diseño confluyen para mejorar significativamente la calidad de vida de las personas.

Mombiedro, A. (2024). Espacio, cuerpo y mente. Fundación Arquia.
Si quieres saber más sobre el trabajo de Ana Mombiedro y sus comunidades de aprendizaje en interiorismo sensorial, no dejes de leer esta entrada sobre mi propia experiencia 🙂
¡Gracias por leerme hasta aquí!
Chloé


